miércoles, 28 de marzo de 2012

Un acto reflejo, despierta mis instintos más salvajes y me lleva a recorrer una y otra vez las mismas baldosas al ritmo de una música frenética. Copa en mano, un vestido peligrosamente corto. Me recorre la sensación de que la oscuridad me convierte en otra persona completamente diferente. Esta noche está generosa, me regala la valentía suficiente para hacer lo que sobria nunca se me hubiera ocurrido. Desaparece el miedo al fracaso y tú ya no vuelves a ser nunca posibilidad, sino certeza.

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